Para mí, referidos al entorno de la educación universitaria reglada en España, son tres:
- Falta de motivación de los estudiantes para una aprendizaje abierto y activo: los estudiantes, al menos los estudiantes universitarios españoles que yo conozco, en la mayoría de los casos, no buscan aprender, buscan aprobar y en algunos casos sacar nota. Además suelen venir con una actitud "pasiva-receptiva" y realmente cuesta hacerles agentes activos de su aprendizaje, y menos aún de un aprendizaje abierto. Las pedagogías emergentes pueden tener su sitio en otro tipo de cursos, pero de momento lo veo difícil en los grados con estudiantes jóvenes provenientes del bachillerato o de los ciclos.
- Falta de motivación de los enseñantes: lamentablemente, la labor docente no es la más valorada en un profesor universitario, que es mucho más exigido en su actividad investigadora. Los buenos docentes lo son por actitud y vocación, no porque su excelencia docente sea reconocida, lo cual puede decirse del mismo modo de las pedagogías emergentes; su introducción depende de la (buena) voluntad de los enseñantes más que de políticas (e incentivos) institucionales, por lo cual no es difícil caer en el desaliento al respecto.
- Desconocimiento/inexperiencia de los enseñantes: sin embargo, la limitación personal más grande es el desconocimiento. ¿Cómo nosotros, los que no somos pedagogos (yo soy profesor de ingeniería), vamos a ser realmente capaces de gestionar un aprendizaje colaborativo de nuestros estudiantes si nosotros no hemos aprendido de esa manera?
Vicente, leo tus conclusiones y preocupaciones en el escenario de la educación superior en España, y puedo decir que no es tan diferente a la situación en Argentina. Los 3 puntos que mencionas creo que son importantes analizar y trabajar para modificar, no solo desde lo institucional, sino dando el primer paso desde la propia aula.
ResponderEliminarEn cuanto a la problemática que mencionas en el punto 3, los que somos parte de este curso #esenredUV estamos trabajando para modificar :)
Vicente, estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo me desespero intentando montar debates y actividades de participación con alumnos de 1º y 2º curso de medicina y es tremendamente difícil. Muchos de ellos a mi modo de ver muestran una actitud pasiva porque tienen una adolescencia retardada, es decir que son muy vergonzosos, tienen pánico a que los demás se rían de ellos por sus opiniones. Sin embargo se prestan mucho más a las performances y teatralizaciones, porque todas las payasadas que pueden hacer en ese espacio son ajenas a ellos mismos, que quedan protegidos de la crítica por la investidura (llámese per-sona, ya sabéis, lo del teatro griego). Esto es muy paradójico y puede resultar sorprendente, aunque es característico de una edad que ya han superado en algunos años. Quizá se deba a una escasa socialización por haber dedicado demasiado tiempo al estudio (la nota de corte está en 12 o 12,5).
ResponderEliminarHay profesores enemigos de les nouvelles tecnologies, ya lo comentaba en mi entrada, y no pocos. Algunos por cuestiones ideológicas y otros, como tú dices, por simple ignorancia. Lo que no tengo muy claro es que, a pesar de lo que dice Paola, un MOOC como éste resulte útil en este caso. Hombre, está bien, aporta nociones, conceptos, te aproxima a gentes y espacios que desconocías, pero si lo que necesitas es una formación, una destreza para aplicarla con tus alumnos, pues... es difícil verle la operatividad...
Yo no sé cómo será la cosa en Argentina pero sí lo ví en México y es parecido a lo que ocurre en España, los alumnos eran bien pasivos, aunque su margen de maniobra era cortito, empezando por el atuendo pues iban a clase con la bata blanca... aunque tambien es un país en el que las emociones suelen estar muy interiorizadas.